martes, 17 de noviembre de 2009

4.1. Criterios de evaluación

La evaluación como proceso
Si entendemos la educación como un proceso de formación integral del alumno, habrá que considerar dicho proceso paso a paso, cada evaluación será no sólo una información sobre la marcha del proceso y un pronóstico sobre el desarrollo futuro sino también una propuesta para reconsiderar dicho proceso.
Nada puede ser evaluado directamente. Por ello las pruebas, los recursos didácticos que se utilicen para la evaluación, tiene que tener un alto valor predictivo. Tienen que tenerlo sin renunciar a la eficacia, es decir que resulte tan laborioso servirse de ellos que en la práctica sean inservibles o claramente perturbadores del proceso de enseñanza – aprendizaje.

La evaluación continúa
A partir de la información recibida, los profesores y los alumnos reconsideren el trabajo y lo adapten para una mejor consecución de los objetivos que se habían propuesto.
Permite al profesor analizar la incidencia de su propio trabajo en el proceso de enseñanza-aprendizaje y tomar decisiones al respecto. Sin evaluación continua no hay posibilidad de individualización. Los ritmos de los distintos alumnos sólo pueden ser seguidos de esta forma. El alumno recibe también información y ello le permite adoptar sus propias estrategias.


La evaluación y la retroalimentación
Este criterio viene como consecuencia directa del anterior. Se evalúa para estar dispuesto a rectificar, a ampliar, a cambiar, todo aquello que no haya resultado positivo. Se evalúa para poder adoptar las propuestas a las necesidades de los alumnos y a las condiciones de realización de los objetivos.

La evaluación formativa
Para este último es el elemento básico de la investigación en el aula, ya que le permite seguir el resultado de la puesta en práctica de sus materiales y sus hipótesis. El alumno se enfrenta en las actividades por las que ha de ser evaluado a una primera medida de sí mismo tiene que relacionar necesariamente su rendimiento con su actividad de aprendizaje. Será consciente de cuál es la relación entra ambas y se verá en situación de cambiar sus estrategias, mantenerlas, o pedir ayuda.

La evaluación personalizada
En una evaluación personalizada lo evaluado es siempre el proceso de desarrollo del sujeto; por lo mismo sería una evaluación personalizada. Ese proceso tiene un carácter eminentemente individual e irrepetible y se refiere a la persona, al sujeto como tal. La evaluación será una aproximación mediatizada por los contenidos y los procesos de aprendizaje.
La autoevaluación
En la autoevaluación del alumno enfrenta al profesor a la necesidad de intentar que el alumno sea capaz de ver con realismo su propia situación y por lo tanto sus responsabilidades y sus dotes. Es muy valiosa la información que el alumno puede dar sobre su propio proceso, sobre el dominio que él cree tener sobre un tema.

La coevaluación
Todo el que interviene en un proceso tiene algo que decir sobre él. El proceso de enseñanza – aprendizaje es individual, pero en los centros se lleva a cabo de forma comunitaria. Qué duda cabe que en dicho proceso interviene, como entorno específico del mismo, la clase, los compañeros de clase.










No hay comentarios:

Publicar un comentario